martes, 28 de junio de 2011

HOMOSEXPIENS - MICRÓFONO ABIERTO PARA CELEBRAR LA DIVERSIDAD



el jueves, 30 de junio a las 19:30
Lugar: Centro Cultural Casa Roja (Esquina 3a av y 7a calle, zona 1)

Invitación de los organizadores:
Celebremos la diversidad del cosmos, del universo, de la raza, del pensamiento y, especialmente en este día, del amor y del sexo. ¡POR EL DERECHO DE SER/PENSAR/ACTUAR Y AMAR A QUIEN QUERRAMOS!
Se invita a todos los artistas, escritores, actores, artistas visuales y público en general, a tomar el espacio de CasaRoja ese día para celebrar la diversidad sexual, exponiendo o creando en vivo obras que traten el tema y, a su vez, a que quienes quieran tomen el micrófono lo hagan y lean textos propios o ajenos que celebren la diversidad o denuncien la represión sexual.

Me parece una buen fecha, ya que ese día se celebra en Guatemala la "Revolución Liberal de 1871", en la que los liberales sacaron a los conservadores del gobierno. Aunque lo de liberales no tenía nada que ver con cambios radicales, este caso podemos robarnos el concepto y utilizarlo para decir que es una muestra de rebeldía y libertad contra el pensamiento conservador guatemalteco. Así que si pueden ir, vayan.

viernes, 24 de junio de 2011

Como oír llover

El cielo de la noche anunciaba tormenta. Primero la lluviecita de los pasos de mi mamá yendo a la cocina, como gotitas de agua que van pidiéndole permiso al suelo, para que no se enoje, para que no invoque el chaparrón que todo lo inunda, que todo lo disuelve. La vista nublada por los sollozos casi inaudibles de un miedo conocido. De pronto, la luz de la sala se enciende, la puerta se cierra en un trueno. El rayo, el trueno: es mi padre, es el viento, es el huracán que entra. La voz de papá cayendo en aguacero que aplasta sin piedad la tranquilidad de la casa.
Meto la cabeza bajo la chamarra, pero no puedo dormir. Tengo miedo de que al despertar encuentre la casa inundada y a mi mamá ahogada en un torrente de gritos, de insultos y de maltratos. Tengo miedo que, entre sueños, la humedad de mi propio llanto no me deje respirar.
Escuchar a mi padre llegar de malas era como oír llover. Por eso, aunque ahora estés aquí a mi lado, y tomes mi mano, y me digas que que todo está bien, no me sirve, amor, no puedo evitarlo. Las noches de lluvia, para mí, seguirán llegando húmedas e insomnes.

viernes, 17 de junio de 2011

Astenia

Cansa la distancia,
se cansa la mente
el deseo, las ansias
recorriendo el espacio
que me separa de vos.

Cansa la nada
se cansa la nostalgia
buscándote en el vacío
de las ganas frustradas
de amar sin vos.

Cansa la ausencia,
cansa el abandono,
cansa la tristeza,
se cansan las letras,
se cansan las palabras,
cansada yo, cansada

tan cansada
que no puedo pensar
ni enfrentar
ni planear
ni empezar
el necesario,
definitivo
e imprescindible
prescindir de vos.

viernes, 10 de junio de 2011

Primera Lectura

En sus manos jóvenes, ella temía sentirse un libro viejo
Su piel desgastada por lecturas inmemoriables.
Sus páginas rugosas, sus letras vulnerables.
Historias caducas que ya nadie quería recordar.


En sus manos jóvenes, él deseaba sentirla atemporal.
Su piel con aroma a certeza, a misterio y a sabiduría.
Sus páginas testigos de vida, de pasión y de osadía.
Historias sensuales que solo su cuerpo era capaz de contar.

Ella, sin embargo, se entregó y amó sus manos.

Él, por lo tanto, la tomó y amó su piel.

jueves, 9 de junio de 2011

Metamorfosis

Habría que cambiarlo todo, el mar, el cielo, las piedras del camino, los puntos cardinales, los signos zodiacales. Habría que cambiar el tiempo y el espacio. Habría que amarrar las ganas, borrar las sonrisas, callar los llantos. Habría que cambiar de pieza, por una que encaje, por fin, en este rompecabezas.

Sin Rumbo

¿A dónde vas, cuando no sabes a dónde ir? ¿A dónde ir, cuando no sabes en dónde estás? ¿Dónde estás, cuando no sabes ... cuando no sabes ni quieres saber?

miércoles, 1 de junio de 2011

Sin-Fonía de Ciudad

Sucede a eso de las seis, esa hora en la que todos los trabajadores intentan ingresar a como de lugar al metro que llega, aunque uno igual llegue cinco minutos más tarde, pero esos cinco minutos son demasiada espera cuando te has tenido que tragar todas las quejas del jefe, y todas las malas caras de los clientes, o las mentadas de madre de los compañeros que andan viendo en qué te equivocaste, porque esta vida no es más que una competencia, en el que el más fuerte gana, o el más cabrón, depende, eso te lo dicen en la escuela, y en la tele y en todos lados donde te venden los cursos de cómo ser mejor que el vecino, de cómo ser más bonito, más efectivo, más... hijoeputa, para llegar a donde deberías llegar, para no ser un “looser”, como dicen los jóvenes, esos jóvenes que compiten por el mejor celular, pero que ya no tienen nada que esperar del éxito, porque fueron desahuciados como seres pensantes y tendrán que conformarse con servir a los elegidos, y así perpetuar esta maldita sociedad de clases, donde están trazadas, con marcador indeleble, las distancias entre los niños bien, los menos bien y los que tendrán siempre que tomar el metro a las seis, después de levantarse a las cinco, y que tratan de entrar a como de lugar a esta acumulación de almas tristes, que solo quieren llegar a casa para prender la tele y tomar la droga diaria del “reality show” que les da la ilusión de ser protagonistas en un país “desarrollado” para el cual son solo y nada más que estadísticas.