martes, 26 de enero de 2016

Liberando los pensamientos negativos

Me había logrado contener durante casi media hora. Pero cabal en el momento en el que el instructor nos instaba, con voz de monje tibetano, a que expulsáramos de nuestra mente todos los odios y pensamientos negativos, mi gripe se empoderó y me hizo estornudar tan fuerte, que uno de mis pensamientos más verdes y pegajosos se quedó adherido a la punta de su nariz. Salí corriendo avergonzada. Antes de salir para siempre de su clase, lo volteé a ver. Creo que me miraba con odio


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