miércoles, 28 de mayo de 2014

Superman

Un niño de unos tres años, vestido con un traje de superman, feliz, con los brazos extendidos, corre en una plaza detrás de unas palomas. Le estan enseñando a volar.




lunes, 12 de mayo de 2014

Desencantamiento intervenido - O de cómo un juicio intervino en la literatura



Hacía tiempo que en este país se había declarado oficialmente el fin de las utopías.  Así podríamos empezar.  Y así podríamos hablar de la literatura guatemalteca a principios del siglo XXI. La generación desencantada le llamaban. La generación del post-conflicto o de la post-guerra.  Una generación que había surgido de la relativa libertad de expresión que siguió después de la Firma de la Paz, en 1996,  y se afianzó con el boom del las redes sociales.  Mientras que la generación anterior y sus herederos, que habían conocido la “utopía” de las luchas sociales y la crudeza de las luchas armadas, seguían creando textos,  aunque no en exclusiva,  testimoniales, reflexivos o autobiográficos para entender, entenderse y/o aportar a la historia de la guerra y sus consecuencias, la llamada generación desencantada se distanciaba de esa historia intentando buscar nuevos tópicos en la literatura urbana, el realismo sucio, la novela negra, el existencialismo y el gore.  Si en España en la época pos-franquista surgió el “destape”, la época de la posguerra en Guatemala desató un rechazo al moralismo tradicional inculcados desde la iglesia, el estado y la educación militarista, en la cual algunos de sus literatos optaron por posicionarse al lado opuesto de lo que identificaban como “comprometido”, “canónico” o “políticamente correcto”.  Este rechazo se ampliaba a todo aquello que estuviera relacionado con “realismo mágico” y o con el “exotismo” entendido como una visión “indigenista” proveniente del exterior (especialmente Europa) hacia las expresiones mayas y localistas.  Esto llevó, en parte,  al redescubrimiento de la ciudad, sus metáforas y sus espacios marginales.

Por ese entonces, la literatura de García Márquez era muy cuestionada por los jóvenes escritores latinoamericanos. Nos estábamos desmacondizando y muchos habíamos dejado atrás el realismo mágico para adentrarnos en una literatura urbana con matices muy distintos. (Javier Payeras

Mientras los escritores ladinos, pertenecientes a las clases medias y pudientes volcaban su interés en lo marginal y la crudeza de la violencia, otros  grupos salían de la marginalidad para encontrar nuevas voces, como el caso de las escritoras y escritores feministas que redescubren y redefinen  el erotismo y la letras contestatarias, los poetas y escritores mayas y garífunas que se deslindan del folclorismo y la literatura testimonial y los escritores LGBTII que van integrándose poco a poco en el ambiente cultural y creativo, abandonando el clóset literario. Todo esto bajo la influencia de la consolidación de agrupaciones feministas, mayas y garífunas y LGBTII que apoyaron la búsqueda de nuevos lenguajes y visiones  del cuerpo y las relaciones interpersonales. 

Estoy / acostado con mi amante/ pero afuera/ los perros susurran// Hemos cenado lujuria/ mientras un niño mastica/su soledad// Mi piel se ha cubierto/ del rocío de sus labios/ como el rocío que cierne la noche/ sobre miles de cabezas/ que duermen sin techo// A través de mi ventana veo/ al mundo desangrarse/ y yo sigo aquí/ acostado con mi amante (Marlon Francisco)



En la primera década del siglo XXI, todos estos grupos lograron crear nuevos espacios literarios, lugares de lectura, revistas culturales virtuales y físicas y nuevas editoriales. Se crea también un nuevo diálogo entre las distintas artes, cine, fotografía, música, literatura, y a partir del descubrimiento de los archivos de la Policía Nacional en el 2005, la guerra y la memoria vuelve ser tema de creación y análisis artístico. Sin embargo, fue entre el 2012 y el 2013, que se llevaron a cabo tres sucesos que, desde mi punto de vista(#), tuvieron un impacto político decisivo en el ambiente literario joven: 1) la gran marcha campesina en el 2012 2) el sorpresivo protagonismo mediático de la representación indígena de los 48 Cantones bajo una lidereza joven 3) el juicio por genocidio en el 2013.  A través de esos sucesos, el mundo maya irrumpió en lo que hasta entonces había sido un mundo casi exclusivamente ladino-urbano, presentándose como sujeto político apartado de las ideologías tradicionales; una propuesta con la que los jóvenes intelectuales pudieron identificarse, jóvenes, en su mayoría provenientes de las clases medias urbanas, quienes, antes de éstos acontecimientos, se definían a sí mismos, no como intelectuales acríticos, pero sí como orgullosamente apolíticos, desde una perspectiva política-ideológica tradicional. 

Carmen Tacam
ex-presidenta de de la Junta Directiva de los 48 Cantones de Totonicapán


En los primeros meses del 2013, las redes sociales se llenaron de comentarios acerca del juicio, de la guerra, de sus protagonistas, de sus víctimas. Había allí algo concreto que no se podía negar. El rostro de las víctimas, muchas de ellas mujeres, su valor y su perseverancia convencieron a la mayoría de que, en caso tan palpables, una posición neutral era imposible. Surgieron iniciativas de apoyo; desde las columnas de opinión de algunos escritores se nombraban a los muertos, se discutía sobre las interpretaciones de la historia, se discutían términos polemizados. Algunos escritores y poetas se reunieron en el Centro de la Ciudad para leer a escritores de la “generación comprometida”, otros escribieron poemas alusivos a los juicios y a sus protagonistas. Desde escritores nuevos, renombrados, premiados, hasta candidatos al premio Cervantes, todos sintieron la necesidad de pronunciarse, dar su visión de ese paso que estaba dando Guatemala hacia la justicia. 
Se sucedieron entonces los performances, lecturas públicas, columnas de opinión, aportes noticiosos, posts, poemas, opiniones, provenientes de la generación joven de poetas y escritores como Rebeca Lane, Alejandro Sandoval, Juan Pensamiento, Cristina Chiquín, Julio Prado,  Julio Serrano, Rafael Romero, Juan Pablo Dardón, Rosa Chávez, Regina Galindo, Luis Méndez Salinas, Lenina García, Engler García, Carmen Lucía Alvarado, Lucía Escobar, Claudia Navas, Denise Phe Funchal y muchos otros. 

El punto culminante fue el día 10 de mayo, después de la lectura de la sentencia, cuando la sala de la Corte se llenó de júbilo recitando los poemas del poeta guerrillero/mártir Otto René Castillo, musicalizados por Fernando López.  Este reconocimiento público no solo honró la memoria del poeta sino demostró cuánta fuerza podían tener la poesía y la palabra.




 
Un día después de la sentencia, el poeta Julio Serrano Echeverría, quien había escrito desde hacía varios años un poema cuestionando el idealismo del poeta guerrillero, publicaba en su blog su versión final de ése poema, lo cual, pienso, viene a ejemplificar esta incidencia del juicio por genocidio en los escritores jóvenes:

A Otto René Castillo, final 
"Los niños nacidos a finales de siglo serán alegres"//O.R.C.
Soy hijo del fin de siglo,/ nacido en tu pueblo,/ en tu cuadra,/ a la vuelta de tu casa;/ sin embargo, mi rostro no es de esperanza.// Todo lo contrario,/ todo lo contrario.
octubre 2002
*Anotación tres años después// Tampoco todo lo contrario
**Anotación ocho años después// No sé, quizás te referías a este siglo
***Anotación el 10 de mayo de 2013// Los niños nacidos a finales de siglo serán alegres.

También Maurice Echeverría quien en el tiempo en que se realizaba el proceso aún escribía:

“Afeado, el ambiente. Dicen algunos ecologistas que cuando un entorno natural empieza a morirse lo primero que se va es la belleza. En el reino político es la belleza, el respeto, la claridad, sobre todo el humor.
De pronto recordé por qué aquel rollo nuestro de la generación desencantada. Los desencantados éramos los que no queríamos morir –de sangre o aburrimiento– en las trincheras ideológicas. Por tanto nos dedicamos a practicar un poco de brujería posmoderna… Qué ganas de ver, de pronto, Dr. Strangelove...”

seis días después de la sentencia y antes de su anulación comentaba en su columna semanal:

Sin haber resuelto el conflicto político del ayer, ya se nos viene el conflicto ecológico del mañana.
En cierto momento crítico de la semana anterior, de incertidumbre cargado, ambos conflictos confluyeron, cuando tuvimos a un Ríos Montt sentado en el banquillo polémico de los acusados, y entretanto, afuera, el asunto de la minera, al rojo vivo, nos traía en ofrenda el hociquillo leproso de un apocalipsis, con un estado de sitio luciferinamente simbólico.

Tal vez sea muy idealista pensar que el juicio del 2013 marcó, hasta cierto punto, un antes y después en la visión de todos los escritores como sujetos políticos, creadores de conciencia y/o agentes de cambio. Tal vez fue solo un momento en la historia. La generación desencantada sigue desencantada de las ideologías, las religiones y el arte comprometido, y ahora de nuevo de la “justicia” que logró anular la sentencia. Después de la esperanza vino de nuevo el desánimo. Al respecto Lucía Escobar escribe para elPeriodico:

No era la solución a todos nuestros males como país, pero representaba un paso firme en la búsqueda de la justicia y por consiguiente en la construcción de la verdadera paz. La sentencia fue anulada y a muchos otra vez se nos reventó la burbujita.

Y Carmen Lucía Alvarado en una columna para El Salmón:

El cuerpo inmenso de nuestra Patria avanza en las angostas veredas del tiempo, padeciendo de una amnesia crónica. Esta nuestra sociedad desmemoriada es la inmensa mano que las tiranías han impuesto sobre nuestra voz y han convertido al guatemalteco en una eficaz célula de silencio.

Sin embargo, es posible que tanto la generación desencantada como los escritores más jóvenes, hayan encontrando nuevas formas de ver el compromiso social y una nueva forma de visión crítica ante el entorno cada vez más banalizador.
Algo es seguro: siempre que la literatura se encuentra de cerca con personas como los jueces, los querellantes o los ixiles que, como escribe la poeta Rosa Chávez:

Nos quitan la cabeza y el corazón sigue latiendo
nos arrancan el pellejo y el corazón sigue latiendo
nos parten a la mitad y el corazón sigue latiendo
beben nuestra sangre y el corazón sigue latiendo
estamos criados para latir sin descanso.

se sentirá su impacto en la sociedad y en la literatura, ya que ante el valor, la verdad y la memoria son pocos los que son capaces de quedarse impávidos. Hay utopías que, a pesar de todo, sí sobreviven.

Referencias:

Una última referencia interesante, una publicación acerca de la memoria, publicada por la revista en línea El Salmón: http://elsalmon.org/tag/la-memoria/

(#) Nota: esta apreciación está escrita a la distancia, tomando como referencia exclusivamente las representación de los movimientos en las redes sociales. 

Este artículo fue publicado en la Revista El Salmón (http://elsalmon.org) el 10 de mayo del 2014, a un año de la sentencia por genocidio