miércoles, 24 de abril de 2013

Escritores Guatemaltecos leen a sus escritores favoritos


Prensa Libre invitó a escitores guatemaltecos Gloria Hernández, Carmen Matute, Víctor Muñoz, Gerardo Guinea y Emilio Solano a leer partes de sus libros favoritos. Les comparto el video.

jueves, 11 de abril de 2013

Vista a futuro

No querré que Manuel desaparezca de mis sueños, cuando lo único que me quede de él sea su nombre.Me revela su nombre en todos nuestros encuentros para asegurarme que lo recuerde, antes de marcharse volando en avión ,y no como pájaro como suele suceder en otros sueños. Siempre se nos hace tarde acariciándonos en la despedida, pero a las cuarto para las seis (eso dice el reloj de pared del aeropuerto) , sin falta, llega la azafata que  lo jala del brazo para llevárselo, y me dejan a mí sola en una sala, que ya no es de espera  sino de conferencias, en donde el jefe, mi jefe o su jefe, me mira fijamente en señal de dasaprobación.

Antes que aparezca la azafata, que a veces se llama a sí misma Elena,  él alcanza a darme un beso
que me estremece hacia adentro. Luego despierto y olvido su rostro, su cuerpo, su calor, su olor, pero no su nombre. Manuel, como mi primo, como el conserje del edificio donde vivo. Pero sé que ellos no son él. Él es otro, uno que aún no conozco.


Una amiga que juega a ser sicóloga me dice que Manuel es mi parte masculina  y predice que se escapará cuando lleguen las hormonas con las que algún día aliviaré medicamentosamente la terrible, la temida, menopausia. Una explicación que me suena medio rara porque no suelo ser tan dulce conmigo ni en mis momentos más autoeróticos.

Pero si Manuel está aquí dentro, no habrá alguna forma de que salga. Que un dios piados me lo saque de una costilla, por ejemplo, o que se escoja un cuerpo, un avatar de carne y hueso para quererme.O mejor aún, que una escritora cursi nos haga personajes de un cuento. Si él no puede ser real, entonces que ambos seamos ficción. Bien, decidido. Pero, sin azafata.