martes, 28 de febrero de 2012

Lala Reciclada

Amor,
soy una chica joven y bella
encantadora de perfiles
y de amores verdaderos.

Estaría muy feliz
si el contacto con usted You
sabe al color de la distancia
al de la edad
y al de cierto love
que hace a la piel
saber a nosotors
y a todos nuestros perfiles
que se van decolorando
dentro de nuestros pechos.

Please, le agradecería
si me enviara correo mail,
para sorber más de usted,
y conocer sus

fotos privadas,
fotos encasilladas,
fotos perfiladas,
fotos enlatadas,

fotos para sorber y saber
y enviar
de mi yo al You
si usted me lo permite.


En best love,
Lala @ Spam

martes, 21 de febrero de 2012

Canción de niños


Una putita triste tralalá, dos putitas tristes tralalá - cantaba alegre la niña mientras saltaba sobre un avioncito dibujado en la banqueta de la casa celeste, cuya puerta negra con marco blanco marcaba la mitad exacta de la calle, entre esquina y esquina. Tan celeste como Sophie y su familia la habían dejado muchos años atrás. La visitante se acercó con cuidado a la niña, para no asustarla, y le preguntó si sabía quiénes eran los nuevos dueños. Los nuevos nuevos, no sé, respondió amable la niña, pero antes había mucha gente. Luego bajó la voz y agregó como en secreto: dicen que allí  desnudaban a las niñas de su dignidá y después las hacían película. Cerciorándose de que nadie más que yo la había escuchado, retomó su tono de voz normal y sentenció: cuando sea grande voy a ser actriz de devedé. Sonrió y siguió cantando y saltando como si nada. Sus rizos y su falda brincaban a destiempo con su cuerpo, como si cada uno quisieran bailar por su cuenta. Sophie volvió a sentir esa terrible urgencia de escapar de esta realidad que permite a las peores cosas reproducirse al infinito. Cerró los ojos y respiró profundo. Siguiendo el consejo del sicólogo, acarició sobre las mangas las cicatrices en sus muñecas. Efectivamente se tranquilizó. Cuando abrió los ojos, vio que la niña la miraba extrañada. Gracias, le dijo, y caminó de vuelta a la estación. Sin embargo no fue sino hasta que el bus llegaba casi a la ciudad, que se sintió a salvo. Su apartamento. Su cama. Su almohada. Estaba cansada, pero por si acaso se tomó un tranquilizante. La pastilla surtió efecto, y le permitió conciliar el sueño tan rápido, que no le dio tiempo de pensar en nada más. Pero el sueño fue demasiado profundo, y demasiado largo, principalmente la parte en que vio de nuevo el rostro de su tío que cantaba alegre y lujurioso "una putita triste tralalá, dos putitas tristes tralalá".







viernes, 17 de febrero de 2012

Inercia

Ayer soñé que me querías. Mi pobre corazón despertó extrañando los besos que nunca me has dado y las caricias que siempre  faltarán sobre mi cuerpo. Le he dicho a mi inconsciente que odio los sueños con inercia, pero ese es otro cabrón que no me hace caso.



martes, 14 de febrero de 2012

Muerte anunciada

Las palabras ya no me sirven, se me han quedado huecas. Intentaron convencerte de que abjuraras de tu plan de hacerte martir. "Amor que mata nunca muere", cantabas, y pensabas y decías que Sabina era un romántico, y pensabas y decías que Él era un romántico, cuando te llamaba suya ... Julieta, Ofelia, Bess, sí, todo muy romántico. Volviste a él una y otra vez, embriagada de pasión, hasta que te rompió, como al cántaro insistente. Ilusa de cuerpo y alma. Ilusa. Ilusa yo que creí que las palabras cambiarían algo. Ahora que no existes, ya no sé qué hacer con las palabras que aún te nombran: amiga, hermana, Laura. Las palabras, mis palabras, han perdido todo sentido. Es probable que nunca lo tuvieran. Sin embargo hoy, como antes, la rabia no me deja callar.