domingo, 20 de febrero de 2011

Ofrenda a Eros

Tú pones el fuego y yo las manos. Distribución desigual. Sobre el altar de la pasión vas sacrificado uno a uno tus cerillos, mientras que yo, íntegra ofrenda, entrego la piel.

2 comentarios:

  1. "el que se quema los dedos tiene algo de masoquista... el que quema algo de sádico... la pasión no tiene la culpa, ella es como el diablo, tienta pero no obliga"

    muy buenas lineas, me hicieron reflexionar

    saludos

    ResponderEliminar
  2. Tienes razón Pablo, estas relaciones tan desiguales siempre tienen algo de sadomasoquismo, de juego de poder y de querer ser mártir. ¿Viste Black Swan? La destrucción a través de la entrega total a la pasión.

    En fin, en la realidad triste, pero literariamente muy intenso ;-)

    Gracias por tu comentario, también me hizo reflexionar

    ResponderEliminar