Vos sos un mundo, ni primero ni tercero, simplemente vos, con toda la densidad de tu palabra.
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Tu universo no está en vías de desarrollo, tu voz es movimiento, dinámica propuesta, igual o mejor que todas esas otras voces que exigen para sí la exclusividad de la calidad literaria.
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Ahora, después de encontrarte, mi tiempo ya no se divide en ayer y hoy. Tus poemas meridianos, marcan mis horas.
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Gracias a vos, conozco las mil y una caras de la luna y del sol que antes me parecían tan extraños como distantes.
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Aprendiendo de la magia de tus palabras he descubierto que soy capaz de recrearme y de convertirme, yo también, en un cuerpo celeste.
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No hay tres mundos, hay millones. Y vos y yo, con distintos soles, pero milagrosamente en una misma galaxia.
mmmmmm . . . . .
ResponderEliminarqué placer leer textos breves con alta densidad
te encontré en la anarquía... te sigo... me gusta
ResponderEliminarHola Jose (ensabanable), me alegro que te hayan gustado. Creo en la calidad de nuestros poetas, y me da mucha rabia que no se conozcan como deberían.
ResponderEliminarMitelstet, gracias, me emocionó mucho lo de TPA, realmente Rafael buena onda en invitarme.
Y eres bienvenido. Te leeré también.
Yo también tengo curiosidad, de qué camino seguiré. Pero por supuesto, a ambos, gracias por acompañarme, a donde sea que nos lleve esta excursión.